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Alba Cayuelas

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Soy la peque de las tres que componemos Murcia Romántica. Nací una soleada mañana de primavera de 1990, donde he crecido rodeada de montones de libros. Leer siempre ha sido una pasión para mí, desde bien pequeña: todavía recuerdo aquellas mañanas de sábado que pasábamos en la Biblioteca Regional, cuando el límite de préstamo de libros era de 5 por tarjeta, y yo no solo usaba los que me correspondían, sino también, casi siempre, sacaba más con las de mi hermana y mi madre (¡y los leía todos!).

También hice mis pinitos en la escritura ya en el colegio: uno de mis cuentos fue seleccionado y publicado en una antología infantil, escribí una obra de teatro cómica completa, titulada Esta es la casa de Dios, que más tarde representamos en una función, e incluso comencé el guion de una película llamada Vacaciones misteriosas (nunca se llegó a grabar, pero quién sabe, no descarto nada). La enorme carpeta que todavía conservo de aquella época llena de letras de canciones también puede dar buena cuenta de ello (aunque nunca la enseñaré en público). Más tarde, en el instituto y universidad, seguí escribiendo muchísimo, sobre todo relatos y escenas sueltas, y muchas ideas para futuras novelas que sigo guardando y que algún día me gustaría revisar y rescatar.

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Estudié Derecho en la Universidad de Murcia; a pesar de que todo el mundo a mi alrededor veía que ese no era el mejor camino para mí, a mí misma (como buena Tauro que soy) me costó un poco más aceptarlo. En el momento en que, por fin, me di cuenta de esa realidad, nació Esperando al viento, mi primera novela, una historia juvenil romántica que se publicó en abril de 2017 por Ediciones Rosetta.

¿Por qué empecé escribiendo juvenil? Fácil: me considero una eterna adolescente (de las partes buenas), soy fan total de las historias juveniles en todos sus subgéneros, así que no podría haber escogido otra edad mejor para los protagonistas de mi primera novela. Pero ¿y romántica a secas? Ni yo misma lo sé; mi género predilecto siempre ha sido la fantasía. Cuando empecé a desarrollar Esperando al viento, todo lo que había escrito hasta ese momento había sido en ese campo; con historia de amor incluida, faltaría más, pero con esa chispa de magia que necesita toda historia fantástica. Es más, soy una soñadora nata, en el más amplio sentido de la palabra: la mayoría de mis sueños se desarrollan en otros mundos, con criaturas mitológicas o rodeados de magia, y muchos de ellos (lo poco o mucho que consigo recordar al abrir los ojos) están apuntados para ser convertidos en novelas en el futuro; algunos ya están en proceso.

 

Aunque me muero por retomar la fantasía, desde que empecé a escribir “en serio” lo que más me ha llamado es la romántica contemporánea; algo tendrá, que te engancha y te vuelve adicta.

 

Por eso me uní a Judith e Irene en este maravilloso proyecto en que se ha convertido Murcia Romántica, para darle cabida en nuestra ciudad a un género muchas veces desdeñado por los demás, pero que cuenta con millones de seguidores fieles a los que les encanta soñar con preciosas historias de amor. Entre todos, conseguiremos otorgarle el lugar y la importancia que se merece.

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