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Entrevista a: Altea Morgan

Esta semana tenemos el enorme gusto de acercarnos a las letras de Altea Morgan, escritora de novela romántica histórica y contemporánea. Ha publicado: De Bombay a ti, El año de Simon, Entre líneas, Bilogía Tokio: Al destino no le gustan los curiosos y Al destino le gustan los valientes. Sus últimas publicaciones han sido Las normas del avión de papel y Cinco días para estar contigo.

Bienvenida, Altea, es un placer degustar un poco de tu talento más de cerca. Desde 2016 con la publicación de tu primera obra: De Bombay a ti, has llevado un ritmo de publicación trepidante. Cuéntanos, ¿cuándo surgió tu inquietud por construir historias? ¿Qué te impulsó a publicarlas?


Hola, chicas. Lo primero muchas gracias por darme esta oportunidad, y felicitaros por el gran trabajo que hacéis desde la Asociación de Murcia Romántica.

En relación a lo que me preguntáis, aunque parezca extraño, descubrí la novela romántica cuando estaba en la Universidad. Recuerdo perfectamente que fue en tercero de carrera cuando, en una caja olvidada, hallé un libro y ya no pude parar. ¡Me leía uno al día! Encontré un buen alijo en casa de mi abuela. Hasta que tuve que parar el ritmo. Pero me acuerdo de ir sin dormir a clase, con unas ojeras que me llegaban hasta los pies, solo por saber qué le pasaba a Regina en Amar solo una vez de Johanna Lindsay, por ejemplo.

Luego poco a poco tuve la inquietud de escribir, la cabeza se llenaba de historias que necesitaban salir. Y así llegó primero Kate y Chris y luego todos los demás.


Con De Bombay a ti, quedaste finalista en el V Premio de Novela Romántica Vergara. Esta historia, publicada con HQÑ, nos traslada a un Londres demasiado convencional para nuestra protagonista, Kate, que debe esconder bien una boda que no debería haber sido. ¿Qué provoca que Kate decida volver a Londres?, ¿se encontrará muchos inconvenientes a su regreso?


Kate vuelve a Londres por amor, pero se dará cuenta que no es fácil reconquistar a Chris tras toda la historia que llevan a sus espaldas. El principal problema que se encontrará será su personalidad y luego el corazón herido de Chris, que más que costarle perdonar, lo que le cuesta es volver a confiar. Pero para Kate no existen los muros infranqueables y hará todo lo que esté en su mano por arreglar lo que ella y solo ella rompió en Bombay.


En El año de Simón nos encontramos con Meredith Tanner, una mujer que no tiene suerte en el amor (ni en otros menesteres). Dos de sus prometidos han muerto, el tercero se ha fugado, se queda sin casa… ¿Cambiará la suerte de nuestra protagonista conocer a Simon Shelbrook?


Sí, es cierto que conocer a Simon es un punto de inflexión para la vida de Mer, pero lo que realmente hace que cambie su suerte es que ella decide guiar su vida, por fin. Deja de ser una mujer constreñida por las reglas sociales, que tanto daño le han hecho, para poder liberarse y ser quien ella quiere ser. Ese es el principal paso para la historia de Meredith, luego otras cosas también serán importantes: revelaciones del pasado que cambiarán su vida y un amor por Simon que lo volverá todo del revés. Y debo decir que Simon, en ocasiones, es demasiado orgulloso y no ayuda justamente.


Entre líneas es una historia contemporánea con la que muchos se pueden sentir identificados. Un sencillo email, unas consecuencias que Laia no espera. ¿Qué encontraremos en este libro?


Es una epistolar moderna. Creo que es la mejor manera de describirla. Nos encontraremos dos personajes que, sin querer, se van conociendo, a través de sus aficiones, y que poco a poco se van enamorando a base de emails, whatsapps y locuras varias. Su pasión por una novela gráfica, leer, los gatos y las adivinanzas los unirán sin prisa, en un mundo digital creado por ellos y para ellos. Es un libro muy rápido de leer, pero con el que creo que llegas a conocer perfectamente a Laia y a Jaime.


La Bilogía Tokio nos traslada a la cultura nipona de una manera que merece una felicitación, porque creemos que consigues transportar al lector de lleno a estas tierras. La primera parte de esta bilogía se titula Al destino no le gustan los curiosos, ¿cómo se da el caso de que nuestra protagonista, Lucía, vaya a Japón?


Lucía lleva avisada desde niña de que el sueño de su padre es vivir en Japón, por eso la apunta a clases de japonés y la prepara para el viaje. Pero, todo sea dicho de paso, ella nunca creyó que al final se fueran a marchar, pues iban pasando los años, y su padre no conseguía su objetivo. Hasta que, cuando tiene 17 años, por fin llega a Japón. Y se encuentra con un mundo totalmente distinto al suyo, muchísimas cosas por conocer, nuevas amigas y a Aki.


La relación entre Akira y Lucía representa el choque de dos culturas, algo que no es indiferente en su historia de amor. ¿Qué te ha resultado más complicado de retratar en esta bilogía?, ¿qué has disfrutado más?


Lo más complicado fue ponerme en la piel de Akira e intentar que pensase como un japonés y no como un occidental, que actuase conforme a como lo habían criado y que tomase las decisiones que, sin duda, debía tomar por su carácter. Pausado, concienzudo. Y crear un personaje que se pudiese entender, dentro de sus particularidades.

Y con lo que más disfruté fue con toda la documentación y ambientación. Leí muchísimo, me metí realmente en cómo sería pasar allí la vida, qué debía hacer y qué no. ¡Hasta cómo se abren las puertas! Y, como yo había dado clase de japonés, le pregunté a mi profesora sobre algunas cuestiones lingüísticas que necesitaba saber. Fue un viaje fantástico, por todo Japón, pero especialmente por Tokio y por Kioto.


Las normas del avión de papel es el primer libro de la serie Ruido. Nos gustaría mucho que nos contaras el porqué de ese título, y qué representa ese avión en las vidas de Nico y Julia. ¿A qué público va dirigido?


La serie se llama Ruido porque uno de los personajes consigue quitar el ruido de la cabeza del otro. En el caso de Nico, él escucha canciones y melodías, pero, a veces, el ruido lo deja paralizado y sumido en un estado de tristeza que no le deja ver más allá. Julia puede disipar ese ruido de su cabeza, y eso, entre otras cosas, la hace tan especial a sus ojos.

El avión de papel es un contrato que firman los dos de cómo va a ser su relación. Julia acaba de salir de una muy complicada, Nico ya no cree que en el «felices para siempre» y los dos deben poner por escrito qué quieren el uno del otro. Y lo hacen por medio de un avión de papel que Nico lanza por su ventana y cae en la casa de Julia.

Es una historia adulta, de dos personas ya maduras, por lo estaría dirigida quien le guste la contemporánea adulta, la música, las locuras, los gatos y los aviones de papel, por supuesto.


Cinco días para estar contigo, es un libro autoconclusivo que nos traslada a la Inglaterra de 1872. Tilly y Gabriel tienen un reto: cinco días para tratar de aclarar todo lo que ocurrió cinco años antes. ¿Por qué solo disponen de cinco días? ¿Qué nos encontraremos en estas páginas?


Tienen solo cinco días porque es el plazo que se autoimponen los dos. Tilly y Gabe se conocen desde adolescentes y se fueron enamorando poco a poco, pero cuando al fin tienen que dar el paso, Gabriel desaparece y deja a Tilly ante los leones: una sociedad victoriana que la desprecia por no haberse casado y haber sido objeto de un escándalo. Cinco años después, vuelven a verse. Ella quiere saber qué ocurrió y él necesita pasar tiempo con ella; pactan cinco días, solo cinco días, para volver a encontrarse, para conocerse tras las heridas del pasado, ver quién es cada uno en ese momento, y para saber qué será de ellos tras ese tiempo.


Escribes novela romántica histórica con la misma soltura que lo haces con la contemporánea. Cuéntanos, ¿qué subgénero disfrutas más?, ¿alguno que te traiga más dolores de cabeza que otro? ¿Crees que la dificultad a la hora de estructurar la trama está relacionada con el subgénero en el que te mueves?


A mí me encanta la novela romántica histórica, soy una lectora voraz y siempre que puedo leo algo del género. Me encanta la documentación y podría tirarme más tiempo con ella que con otra cosa. Llega un momento que tengo que parar o no escribiría nunca.

En general, me cuesta mucho más la contemporánea que la histórica, quizá porque la última me suele salir más sola. Ambas lectoras son muy exigentes, pero en contemporánea hay que esforzarse muchísimo para que la historia sea creíble, original y especial.

Sí, a mí me parece que es mucho más complicada estructurar una trama de contemporánea, pues todos, en cierto sentido, podríamos vivir una historia así. Por lo que tiene que tener credibilidad. Por ejemplo, podría ser, pero es muy raro que un personaje pase por un incendio, un accidente de avión y un tsunami en un mes. ¿Puede pasar? Sí. (De hecho, le pasó a un profesor mío de Derecho Procesal. Y sí, llegó para el examen final. Y no, no dio el aprobado general que tanto esperábamos tras tanta desgracia). ¿Es creíble? Regulín regulán. Así que hay que estructurarlo todo muy bien para que con nuestros ojos y nuestra propia experiencia nos sorprenda y nos encante la historia. Sin contar con el mar de la documentación, que en el caso de contemporánea también puede ser inmensa.

En histórica tampoco es que sea sencillo, pero la propia época constriñe mucho a los personajes, la forma de hablar, de actuar, de sentir y de pensar. La vida de las mujeres en la época victoriana debía ser, para las ricas, algo aburrida, y para las pobres, agobiante. Salvo algunos casos, y es sobre esos casos sobre los que escribimos, creo yo. Por lo que para la trama va a ayudar mucho la época. Una buena documentación, en este sentido, da mucha ventaja.


Solemos decir que los personajes son extensiones del escritor, pero ¿crees que alguno de tus personajes ha dejado una huella especial en ti?


Sí, sin duda construir a Akira fue un reto por muchas razones. Ya no solo por ser japonés, y yo no quería un occidental con ojos rasgados, yo quería que fuese japonés de pies a cabeza, sino también por todo lo que le pasa en la historia, que no es sencillo. Sobre todo, tras una cosa que pasa, donde crece muchísimo como personaje. Pero no haré spoilers.


De todos tus libros, ¿hay alguno que sea tu favorito o que hayas disfrutado más intensamente que los demás?


Siempre digo que, si yo tuviera que leer un libro mío por ser mi favorito, sería El año de Simon. Meredith Tanner se llevó un poquito de mí con ella. Disfruté muchísimo escribiéndolo y poniéndole piedras en el camino a la pobre Mer. Además, su historia de amor me encanta, creo que es de las más bonitas que he escrito.


Cuéntanos alguna curiosidad de tu proceso de escritura. Rutinas mágicas, organización, música o ilustraciones que te inspiren…


En mi vida hay un punto de inflexión. A. B. y D. B. (antes del bebé y después del bebé). A. B. me ponía música, de hecho, Las normas del avión de papel tiene su lista en Spotify, tenía un lugar concreto en el sofá donde ponerme a escribir y poder perderme y podía escribir en cualquier sitio, fuera de horario laboral, cuando me venía la inspiración. Eso ahora ha cambiado, por lo que solo escribo de noche, cuando el peque duerme y robándole muchas horas al sueño. Sin más, como puedo, a veces con mucha interrupción.

Mi organización es caótica, pero no solo en la escritura, también en la vida. Yo encuentro mis cosas, pero creo que nadie más podría. Suelo escribir el esqueleto de la historia a mano, en la tablet, y luego no lo vuelvo a mirar nunca más. De hecho, cuando acabo un libro, suelo volver a leerlo para ver lo equivocada que estaba en un principio, pues lo que más me gusta es construir personajes y que sean ellos los que tomen decisiones. A veces, se me complica mucho la vida, pero creo que así es mucho mejor. Por eso no suelo escribir escenas que se adelanten a la trama, por mi propia experiencia sé que suelen quedarse escritas, pero nunca se publican, pues ellos, poco a poco, van conquistando el libro, cual Napoleón chalado, con sus decisiones, locuras, traumas e historia personal.


¿Qué consejo le darías a ese escritor que ha terminado su manuscrito y no sabe si publicarlo o no?, ¿y qué crees que no le hace falta escuchar?


Puedes escribir para ti, es la forma más segura de hacerlo, no vas a encontrar críticas destructivas ni te van a romper el corazón. Es lo más seguro. Pero en la vida hay que intentarlo, los sueños no se consiguen sobre la seguridad, sobre la zona de confort. Da el salto, inténtalo. Pero hazlo bien, que tu trabajo esté lo mejor posible a nivel técnico, que nadie te saque los colores por eso. Puedes gustar o puedes no gustar, eso no está en tu mano, pero que al menos a tus lectores, los muchos o pocos que sean, les llegue un trabajo impecable.

Lo que no hace falta que escuchen, y creo que nadie debería, son halagos vacíos. Una crítica constructiva a tiempo, de alguien de confianza, puede hacer mucho bien.


¿Tres libros que echarías a tu mochila si tuvieras que marcharte a otro planeta porque el mundo se acaba?


Cien años de soledad, es un libro que leería en bucle y nunca me cansaría. Echaría de menos El amor en los tiempos del cólera y cada vez que oliera a almendras amargas me acordaría de los amores contrariados, pero no podría vivir sin Macondo.

El principito, que ya de por sí es un poco extraterrestre. Nadie se va a otro planeta sin él, es casi como una guía de viaje interestelar.

Y Asuntos privados, otro que he leído unas cuantas veces. Es de esos libros de novela romántica que no tienen punto medio: o lo adoras o lo odias. Yo tiendo a ponerlo en un altar.


Por último, nos encantaría que nos hablaras de tus próximos proyectos y dónde podemos encontrar toda tu obra.


Ahora mismo, estoy trabajando, con nocturnidad y alevosía, en la segunda parte de la serie Ruido. Una de las hermanas de Julia es la protagonista, y estoy deseando poder contaros mucho más sobre ella.

Y, además, cuando se cruza en mi camino, estoy escribiendo una histórica con un personaje femenino fuerte, complicado y con aspiraciones que poco tienen que ver con su época (aunque podría haber sido todo real, hay antecedentes. Juro que me he documentado). Es una historia que me tiene muy ilusionada, pero que no sé cuándo podré darle el tiempo que se merece.

Podéis encontrar todos mis libros en Amazon, tanto los autoeditados como los que he publicado con editorial. Pero estos últimos (De Bombay a ti, El año de Simon y Entre líneas), también están en ebook en el resto de plataformas como La Casa del Libro, AppleStore o Rakuten.


Altea, muchas gracias por compartir este espacio con nosotras. El equipo Murcia Romántica te está muy agradecido y te deseamos muchos éxitos.


Muchísimas gracias a vosotras, por pensar en mí y por todo el trabajo que hacéis. Es una pasada. Seguid así, parece que para vosotras no hay imposibles. Muchos besos.


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Altea Morgan nació en Murcia en 1983.

Se especializó en Derecho e hizo un Master de Investigación. Durante años escribió relatos de terror y de ciencia ficción, pero no eran su verdadera vocación. Con los años, encontró la pasión por escribir gracias a los fanfics de corte romántico y de aventuras. Tras haber publicado más de una docena, supo que debía comenzar con su propia historia el día que dio su permiso para que se tradujeran al inglés y al portugués.

Quedó finalista en el V Premio de Novela Romántica Vergara. En 2016 publicó su primera obra, De Bombay a ti, bajo el sello HQÑ y, en el mismo año la segunda, Entre Líneas, en la selección RNR.

En la actualidad, sigue viviendo en su Murcia natal.

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